Tour de Francia 1975: El primer Tour perdido por Eddy Merckx. Una agresión y una mandíbula rota

Pasaron muchos cosas en el Tour de Francia de 1975, tantas, que siempre quedará una pregunta en el aire: ¿hubiera podido ganar su sexto Tour Eddy Merckx?

Eddy Merckx debutó en 1967 en Grandes Vueltas por etapas. Lo hizo en el Giro de Italia y no le fue mal. Acabó noveno y se llevó un par de etapas. 
En 1968 volvió al Giro y lo ganó. Quiso repetir en 1969, pero un positivo por anfetaminas los dejó fuera de la carrera cuando la lideraba.
A partir de ese momento, encadenó diez Grandes Vueltas con victoria final en la general, entre ellas, cinco Tour de Francia.

El Tour de Francia de 1975 se convirtió en uno de los retos con la historia que el gran ciclista belga tuvo de afrontar. Tenía la posibilidad de superar a Jacques Anquetil como el corredor con más Tour de Francia en su palmarés, y además, de forma consecutiva. 
Es ese sentido, el de la lucha histórica contra un francés, se dijo que los organizadores habían hecho un Tour anti Merckx quitando las bonificaciones, poniendo cinco finales en alto, cuando en la época no era tan usual o poniendo una cota en medio de la crono dura para que el belga no pudiera sacar tiempo de más y los otros pudieran defenderse mejor. 
También hay que apuntar que aquel Tour estrenó la llegada final a los Campos Elíseos de París o fue el primero donde se dio el Maillot Blanco al mejor corredor joven o el mítico maillot de lunares rojos al mejor escalador. 

Eddy Merckx no corrió el Giro aquel 1975. Su camino hacia el Tour discurrió por el Tour de Romandie, Critérium du Dauphiné Libéré y Tour de Suisse donde, El Caníbal, tuvo unas actuaciones bastante discretas para lo que solía hacer. Francisco Galdos, Roger De Vlaeminck y Bernard Thévenet le ganarían la partida en esas carreras. Algunos comenzaron a vender la piel del oso antes de cazarlo al pensar que sería mucho más fácil destronar al Gran Rey.

Se inició la carrera con un prólogo en Charleroi, Bélgica, donde ganó Francesco Moser siendo Eddy Merckx segundo. Pero no tardó en llegar la batalla. La primera etapa estaba dividida en dos sectores y Eddy Merckx los corrió de forma agresiva lo que provocó la ruptura del grupo en las dos ocasiones.
En la primera salieron favorecidos Moser, Van Impe, Zoetemelk y Merckx, perdiendo 53” el resto de los favoritos. En la segunda, camino de Roubaix, se coló de nuevo Moser acompañado de Merckx, Poulidor, Gimondi y Thevenet. Después de aquella primera batalla Merckx había conseguido más de un minuto con sus rivales siendo Moser el líder de la carrera por 2” frente al belga.

Se sucedieron cuatro sprints que no cambiaron la clasificación general y se llegó a la primera crono en Merlin-Plage sobre 16 km donde Merckx sale victorioso y consiguiendo el maillot amarillo. Ahora Thevenet estaba a 2:07 y Van Impe a casi tres minutos.

En la séptima etapa, final nervioso. Francesco Moser se hace con la victoria y por la inercia del sprint final, Eddy Merckx consigue ser cuarto y picar 4” más a sus rivales.

Francesco Moser ganando la séptima etapa

La octava etapa se llegó al sprint al igual que el primer sector de la novena etapa. El segundo sector de aquella novena etapa era una crono sobre 37,4 km donde se esperaba que el belga destrozara de nuevo a sus rivales, pero no es así. 
Se tiene que apuntar que Eddy Merckx sufrió un pinchazo mientras disputaba la etapa y seguro que eso provocaría que su victoria fuera menos holgada, pero también se tiene que destacar el buen papel de Bernard Thevenet que solo cedió 9”. Otro de los favoritos para aquella etapa, Francesco Moser, acabó séptimo, pero tuvo que cambiar la bicicleta a media carrera por un problema técnico. 
Después de ese día, Merckx seguía líder con 1:39 sobre Moser y 2:20 sobre Thevenet y faltaba llegar a la montaña.

La décima etapa ya tenía montaña, pero no se acababa en ella. Se llegaba a Pau y vio ganar al gran Felipe Gimondi que logró zafarse de un grupo de veinte unidades donde estaban todos los favoritos. Gimondi se colocó cuarto en la general a 3:14.

La undécima etapa fue la primera con final en alto. Se salía de Pau y se llegaba a Saint-Lary-Soulan (Pla d’Adet) después de recorrer 160 km y salvar antes Tourmalet y Aspin. Era un final duro, 10,3 km al 8,3% con picos del 16%. Era el momento de saber en qué momento de forma llegaban los corredores.
Visto ahora, parece extraño ver cómo Merckx puso todo el equipo a trabajar desde el inicio de etapa. Quizás era una forma de proteger sus debilidades, de poner su ritmo. 
La cuestión es que después de pasar el Aspin, Merckx notó que su pedaleo no tenía la misma potencia, que se ahogaba al escalar y añadió, una vez llegado a meta, que mientras acababa la etapa iba pensando en el atentado sufrido por el Tour en el año anterior en ese mismo lugar. Ese pensamiento dijo que le había atormentado durante toda la ascensión.

Zoetemelk, Merckx, Thevenet y Van Impe


Al final de la etapa, victoria para Joop Zoetemelk que había atacado a mitad de subida. Segundo fue Thevenet a 6”. Merckx llegó cuarto junto con Van Impe a 55” y Ocaña, que también había estado en la pelea, llegó quinto a 2:24.
Aquel día también se habló del coche del director deportivo de Thevenet abriendo paso a Thevenet en la subida sin que la organización dijera nada.
Sea como sea, la general quedó con Merkx en cabeza, a 1:31 Thevenet, a 3:53 Zoetemelk, a 5:18 Van Impe y a 6:43 Ocaña.
En las crónicas del día se escribía que quizás Merckx se estaba recreando para darle más heroísmo a sus victorias, pero también se ponía sobre la mesa que ya no lo veían tan dominador, tan seguro de sí mismo, aunque no descartaban ninguna quijotada que le diera la vuelta a todo.

La decimosegunda etapa fue de transición, pero en la decimotercera, Merckx no quería desaprovechar el Macizo Central francés, ni los 260 km de etapa, para intentar ganar tiempo. La batalla entre los gallos de la carrera fue tremenda, aunque al final, el pequeño Michel Pollentier se llevaría la etapa y Merckx solo pudo picar un segundo a su favor, pero el desgaste estaba hecho. 
Apuntar que en esta etapa tuvo que abandonar Ocaña aquejado de una inflamación en el glúteo. De nuevo, la mala suerte se cruzaba en el camino en el Tour del español.

Y llegamos a una de las etapas más recordadas de este Tour de Francia, la decimocuarta con llegada al Puy de Dôme. 
La lucha entre Merckx, Thevenet, Van Impe y Zoetemelk fue feroz. A cuatro kilómetros de la llegada atacó Thevenet que se llevó a su rueda a Van Impe. Merckx y Zoetemelk no les pueden seguir. A falta de un kilómetro, Van Impe deja a Thevenet y se hace con la etapa. El francés llega a 15”. Lo que no saben es que, a 150 metros de meta, Eddy Merckx sufre una agresión de un aficionado. Le propina un fuerte puñetazo en el hígado que le hace caer al suelo. El belga se recompuso como pudo para alcanzar la meta entre hipos e intento de vómito. Con todo, solo fueron 49”, 34” más que Thevenet y con Zoetemelk a su rueda.

Una de las pocas imágenes del momento de la agresión a Merckx

La general más apretada. Merckx con 58” sobre Thevenet, 3:54 sobre Zoetemelk y 4:30 sobre Van Impe.
En la revisión médica posterior se dijo que no había sido grave, pero Merckx no tuvo un buen día de descanso en Niza al día siguiente, pues casi no pudo pegar ojo. 

Merckx doliéndose del costado tras la agresión

La etapa decimoquinta también es recordada por ser uno de los primeros desfallecimientos de Eddy Merckx. De Niza a Pra Loup, 217 km, cima inédita hasta ese momento en el Tour, aunque no se le puede considerar un coloso, 6,3 km al 6,3% muy tendidos, pero se tuvieron que superar cinco puertos puntuables, sumando más de 5800 metros de desnivel, una de las etapas más duras en ese sentido de la historia del Tour.

Antes de llegar a los momentos claves de la etapa, subiendo el Col de Champs, Eddy Merckx le pidió a su gregario Ward Janssens que fuera a por un calmante al coche del doctor que le dio glafenina. Estaba claro que el puñetazo, aún no siendo nada grave, para un corredor de élite haciendo un esfuerzo máximo estaba pasando factura. 
En ese mismo puerto Thevenet intentó mover el árbol sin éxito.

Merckx tenía claro que tenía que avanzarse a los movimientos de Thevenet y a 700 metros de coronar el Col de Allós se fue en solitario para lanzarse a tumba abierta en el descenso.
Apuntar el desgraciado accidente de un coche del Bianchi que se despeñó por esa misma bajada. Por suerte, ninguna muerte, pues el director deportivo y el mecánico salieron despedidos del coche y eso les salvó la vida.

Merckx no dejó de intentarlo mientras tuvo fuerzas

El Caníbal inicia la subida a Pra Loup con 1:13. Parece que Thevenet no tiene piernas. El belga podría sentenciar su sexto Tour de Francia, pero a cuatro kilómetros del final sucedió lo inesperado: una pájara tremenda. Merckx dijo al llegar a meta que se había quedado vacío, pero también aludió a fuertes dolores provocados por el puñetazo.
Mientras el belga se quedaba clavado, por detrás, atacaba Gimondi y es el primero en cazar a Merckx. Thevenet parece no reaccionar, sigue sin piernas. Se acerca su director deportivo y le grita: «¡Está cocido, ataca!». 
Cuentan las crónicas de aquel día que le dio un trago al agua mineral, que hace milagros, y lo puso en situación de ganar. 
Sea como fuere, después de ese momento, Thevenet parece invencible. Adelanta a Merckx, coge a Gimondi, lo deja y se lleva la etapa. Merckx pierde 1:56. Thevenet había conseguido lo más difícil, ponerse líder del Tour de Francia con 58” sobre Merckx. 

Thevenet y Gimondi en Pra Loup

En la decimosexta etapa se llegaba a Serre Chevalier. Era una etapa corta, solo 107 kilómetros. Merckx no se quiere dar por vencido y bajando el Col de Vars intenta sorprender con un ataque al estilo del que había realizado en Col des Champs. Llegó a tener unos cuarenta segundos, pero Thevenet reaccionó por detrás con un poco de ayuda holandesa y alcanzó a Merckx en las primeras estribaciones del Izoard. Lo que se encontró es un corredor sin fuerzas que lo está intentado todo a la desesperada. No tarda en atacarlo y sentencia el Tour de Francia, pues en meta Thevenet llega con 2:22 sobre Merckx que comandó un grupo de ocho unidades. 
En la general, Thevenet con 3:20 sobre Merckx.

La decimoséptima etapa iba desde Valloire a Avoriaz sobre 225 km y también será recordada por la caída de Merckx. Apenas se había iniciado la etapa cuando el manillar del belga se enganchó con el de Ritter. Los dos salieron disparados por un terraplén. Por suerte, se quedaron en el borde y no cayeron por el barranco que había a continuación. Merckx acabó con varias magulladuras y con un maxilar fracturado, que no sabemos muy bien si en ese momento se dieron cuenta de ello. 
Durante la etapa, un dolorido Merckx tuvo que ser atendido en varias ocasiones, en una de ellas con una fuerte hemorragia nasal. 
Eso no le privó de seguir intentándolo de forma agónica en la bajada de La Madelaine o de nuevo en la bajada de La Colombiere. 
Por detrás Thevenet tuvo que trabajar duro para cerrar las brechas que el herido Merckx le abría.
Al final de la etapa, victoria para Vicente López Carril con un buen ataque subiendo La Colombiere a 57 km de meta y Merckx picando un segundo a Thevenet en meta. Mucho para lo dolorido que llegó.

Se llegaba a la crono larga de aquel Tour de Francia, pero como habíamos apuntado al inicio de esta crónica, se había añadido una cota en medio de los 40 km de recorrido. Eso hizo que Van Impe, gran escalador y no tan buen croner, se llevara la etapa con 57” sobre Merckx. A su vez, el gran belga solo pudo recortar 15” sobre Thevenet y quedan separados por 3:03 en la general con Van Impe subiendo a la tercera plaza.
Merckx siempre recordará esa crono como uno de los peores días de su vida sobre la bicicleta. El sufrimiento provocado por la rotura del maxilar era casi inaguantable, pero el corredor siguió compitiendo, aún con la recomendación de los médicos de abandonar. El belga no quiso hacerlo. Lo primero que dijo es que no quería hacerlo para no quitarle mérito al triunfo de Thevenet. No quería que aquella victoria tuviera ningún asterisco en el futuro. La segunda, el premio económico que recibiría por su segundo puesto final y que podría repartir con sus compañeros de equipo.

Quedaban cuatro etapas para llegar a París y Merckx lo intentó hasta el último día cuando el pelotón entró por primera vez a los Campos Elíseos para dar veintisiete vueltas al circuito. Pero la euforia del belga duró una única vuelta. A partir de ese momento, Thevenet permaneció soldado a su rueda.

Podio final Tour de Francia 1975

Cuando las bicicletas comenzaron a rodar por Bélgica aquel Tour de Francia, algunos podrían pensar en la victoria de Thevenet, pero una cosa era pensar y otra ver que se cumple. 
Eddy Merckx había demostrado en Pra Loup que era humano. A partir de ese momento, con todas las calamidades que pasó y la gallardía que demostró para acabar la carrera, todo le salió mal o no le salió como le solía salir.

Aquel Tour de Francia fue el primero que vio perder a Merckx. Al año siguiente correría el Giro, pero sufriría un percance que le hubiera tenido que llevar a abandonar. Acabó octavo el Giro y no se pudo recuperar físicamente para el Tour y no lo corrió. En 1977 sí que corrió su último Tour a la desesperada, pero ya no había nada que hacer.

El Tour de 1975 fue el principio del final de una época que había llevado a Eddy Merckx a dominar el ciclismo con mano dura siendo el número uno Mundial desde 1969 a ese mismo 1975, pero también fue la demostración que El Caníbal sabía perder.

Siempre nos quedará contestar la pregunta de ciclismo ficción de qué hubiera pasado de no ser agredido en Puy de Dome o no romperse el maxilar. ¿Hubiera podido aguantar Merckx a Thevenet para llevarse su sexto Tour?
La respuesta que cada uno se la conteste. Como se suele decir, es personal e intransferible. 

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